El post anterior invitaba a tomar conciencia de dónde estamos ahora a través de visualizar una situación que a muchos provoca rechazo y mal cuerpo. Es bueno ser capaz de anticipar esos momentos porque ya vimos que pueden ser fuente de reencuandres, permitiéndonos afrontar el ahora desde otro punto de vista que nos facilite un cambio de actitud, a través del cual dispongamos de más opciones.
Por fortuna, todo es entrenable y tenemos a nuestro alcance multitud de estímulos de los que extraer conclusiones. Estamos rodeados de metáforas andantes y virtuales. Y también desde el sentido del humor podemos extraer reflexiones de lo que nos sucede… o lo que les sucede a otros. Por ejemplo este vídeo que tomo prestado del muro de mi amigo Hugo:
Pasen y vean a un buen hombre con su scooter:
Además de una sonrisa en la cara por una secuencia digna del Coyote en su moto Acme, a mí me dio que pensar en cómo muchas veces me he obcecado, emperrado en el camino en apariencia más corto o simplemente porque sí. He caído en la piedra una, dos, tres y las veces que fueran necesarias hasta caer en el hoyo. Sin ver las numerosas señales que me avisaban y sin aceptar la ayuda o el feedback de nadie. Actuando desde la rabia, el orgullo o la venganza. A veces he necesitado hoyos más que piedras para darme cuenta de que así no. !Incluso he necesitado caer varias veces en el hoyo!
Quizá a ti te haya recordado alguna otra situación. Quizá pienses que he tomado alguna clase de psicotrópico. O esté colocando esa etiqueta despreciativa de «autoayuda barata» (habrá post de esto en un futuro). El caso es que esta capacidad tiene mucho que ver con el bienestar mental a través de la creatividad. Y como diría un buen yankee de manual, funciona.
Personalmente, este vídeo me permite reírme un poco de mí mismo de una forma sana y a la vez que en mi cerebro se crean nuevas conexiones neuronales a través de lo que veo, pienso y siento. Si las trabajo, (porque hay que trabajarlas), estaré generando nuevas estrategias para no caer en el hoyo o en la piedra otra vez.
Investigaciones en el campo de la Psicología, por ejemplo las llevadas a cabo por la doctora Shelley Carson de Harvard, denominan a esta capacidad como Absorción: un estado perceptivo del cerebro en el que estamos abiertos a la información generada en nuestro entorno a la vez que estamos conectados con la procedente del nuestro interior. Esto tiene mucho que ver con el famoso pensamiento lateral, al ser capaz de percibir lo que los demás no ven en el mundo que nos rodea. Además, seremos capaces de recoger la información simbólica que necesitamos para dar sentido a nuestra experiencia subjetiva.
Las investigaciones concluyen que desde la Absorción, «el cerebro que se deja cautivar por la novedad de los objetos cotidianos presenta mayores probabilidades de ver el entorno de un modo innovador y creativo».
Y yo añado que es un estado óptimo para generar alternativas, solucionar problemas y alcanzar retos. Es un paso para integrar hemisferio derecho e izquierdo, inteligencia emocional y psicología cognitiva. ¿Te animas a echar otro vistazo al vídeo para ver si te despierta algo nuevo? En cualquier caso, vives en un mundo rico en estímulos para entrenar esta capacidad el tiempo que quieras. Incluso de la película más infumable podrás llevarte algo.
¿No te lo crees? ¡Haz la prueba!